Hace unos días se publicaron, en varios medios de comunicación, artículos relacionados con la OCDE y uno de sus últimos informes de 2023.
En este documento, en colaboración con diversos profesionales, se hace una valoración del sistema educativo español y se proponen alternativas para reducir el abandono escolar temprano que se sitúa actualmente en el 13,9%, en un intento de acercarlo al 9% que ha fijado la Comisión Europea.
Entre las medidas que se podrían adoptar están promover la flexibilidad curricular, ofertar una amplia selección de programas de estudios, materias disciplinares e itinerarios educativos para ayudar a prevenir y afrontar el AET.
El documento hace un análisis por comunidades autónomas y se centra en gran medida en la ESO y FP, ya que es alrededor de los 16 años cuando se produce el mayor porcentaje de abandono escolar.
De este análisis de la OCDE han salido titulares como los siguientes:
ABC. La OCDE insta a España a quitar la jornada continua y pagar más a los docentes para luchar contra el abandono escolar temprano.
La Razón. La OCDE propone eliminar la jornada intensiva en los colegios contra el abandono escolar
El Mundo. La OCDE insta a España a quitar la jornada continua y abrir los colegios por las tardes para reducir el abandono escolar.
Y luego el de El País. La OCDE hace un duro diagnóstico de la educación española y da cinco ideas para mejorarla.
La realidad detrás de estos titulares es que en el informe de la OCDE se habla de la jornada escolar en dos párrafos, en la página 20 y 34 (el informe consta de 65 páginas) y en los dos se repite la misma frase: "España podría considerar la posibilidad de seguir el ejemplo de países de la OCDE como Dinamarca y Portugal, que han adoptado sistemas flexibles de jornada completa para ampliar el tiempo de aprendizaje y adoptar un enfoque similar por las ventajas que podría aportar, en particular para los alumnos desfavorecidos".
Por tanto, la OCDE NO INSTA a España a eliminar la jornada continua o intensiva, sino a valorar la posibilidad de adoptar sistemas flexibles de jornada completa de mayor permanencia en los centros escolares para contrarrestar el abandono escolar temprano en alumnado de familias desfavorecidas.
Generalizar con el tema de las jornadas escolares únicamente puede llevar a error. Porque tal como ellos mismos explican, por ejemplo, el porcentaje de AET en Cataluña es mayor del 15% y, sin embargo, la jornada escolar impuesta por la administración es la jornada partida.
En relación con esta comunidad autónoma hemos leído un documento de la Fundación Jaume Bofill (2019) dónde se proponen alternativas horarias flexibles a la actual.
Aún teniendo en cuenta que únicamente propone alternativas horarias basadas en la jornada partida, nos parece interesante el enfoque que se da a sus propuestas, en las que hace distinción entre: el horario de permanencia en el centro, el tiempo de apertura de las instalaciones y el horario del profesorado. Valorando de este modo la repercusión del horario escolar en los tres actores principales: el alumnado, las familias y los docentes.
De esta manera enfoca el debate de las jornadas escolares de una manera menos parcial que otros informes más recientes, teniendo en cuenta los tiempos de aprendizaje en las diferentes edades del alumnado de los ciclos de educación infantil, primaria y secundaria.
Desde la Asociación Plataforma Votación Escolar Justa nos parece imprescindible que se apueste por un enfoque global en el marco de las jornadas escolares y que desde los medios de comunicación se promueva la difusión de información veraz y no sesgada que llegue a las familias para informar y no para confundir y manipular.
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