Después de las votaciones escolares de este curso donde la nota predominante ha sido el bajo porcentaje de apertura de los procesos, el bajo porcentaje de participación de las familias y en consecuencia un bajo porcentaje de colegios que han conseguido el cambio de jornada, como ya explicamos en nuestro Informe Votaciones Escolares curso 2023-2024
La pregunta que nos surge es, ¿por qué participan poco las familias en los procesos de votación para el cambio de la jornada escolar?
Desde la Asociación Plataforma Votación Escolar Justa creemos que hay dos problemas fundamentales en la normativa, y es que la Orden 502/2013 y la Orden 121/2024, siguen promoviendo el no ir a votar.
La barrera de los 2/3 de participación del censo es uno de estos problemas. Es el más conocido por las familias porque de manera recurrente invalida los resultados de las votaciones que, generalmente, consiguen altos porcentajes a favor del cambio, en algunas ocasiones cercanos al 100% de los votantes.
La solución sencilla a este problema es exigir un porcentaje de participación del censo más bajo, como ya se hace en otras comunidades autónomas como Valencia o Navarra. Desde la Asociación entendemos que la abstención es un derecho, siempre y cuando no se requiera un mínimo de participación en la votación. Cuando hay que superar un porcentaje, más que hablar de abstención, estamos hablando de manipulación.
Pero otro aspecto menos conocido pero muy importante, es el de la irreversibilidad de las votaciones escolares. Hay colegios que nunca abren los procesos de votación en el Consejo Escolar. Ya sea que el bloqueo se produzca en el sector de las familias o por parte del sector de los docentes, la realidad es que la libertad para expresar en las urnas la preferencia de jornada escolar está censurada desde el principio por el artículo 2.
La exigencia de una doble mayoría para que las familias puedan votar pudiera parecer (dada la tendencia en la CAM con más de un 73% de colegios que han conseguido el cambio) que terminará careciendo de importancia, pero es más bien al contrario. Los colegios que durante estos años han cambiado a una Jornada Continua van a tener serias dificultades para volver a la Jornada Partida de la que partieron. Porque en el Consejo Escolar, la probabilidad de que se vuelvan a abrir los procesos es muy baja.
Podemos pensar, pero si las familias han votado el cambio, ¿por qué van a querer volver atrás? O, realmente, ¿hay colegios que han pedido votar para volver a la Jornada Partida? La respuesta de la Consejería de Educación es clara, no existen colegios con Jornada Continua que hayan propuesto la apertura de los procesos para cambiar de jornada.
Sin embargo, es un tema recurrente cuando las familias nos cuentan sus dudas. Un alto porcentaje de ellas, sobre todo del ciclo de Infantil, tienen dudas, con respecto a un cambio de jornada, al saber que no hay una marcha atrás fácil en la decisión. Y esto, inevitablemente, hace que la participación sea baja también por esta razón.
Además hay que ser conscientes de que la movilidad de familias en los colegios es grande, cada año se renueva el censo. Las necesidades de un colegio no son inamovibles porque las de las familias que lo conforman tampoco lo son.
Entonces, a lo mejor, la baja participación de las familias no se debe a que no haya facilidades para votar, razón principal para añadir este curso el voto telemático. Sino a que la normativa tiene otros puntos que la hacen injusta y, que además, no la hacen válida para el cambio de jornada en ambas direcciones.