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Foto del escritorVotación Escolar Justa

Docentes y votación escolar

¿Qué esperan las familias del profesorado durante los procesos de votación para el cambio de jornada?


Muchas familias se han puesto en contacto con nosotros para contarnos la tensa experiencia que han vivido durante las votaciones en sus colegios.


Muchas veces las quejas son claras, no ha habido implicación del centro, ni del AMPA/AFA ni de los docentes del colegio. Les entendemos, porque la tarea de informar acerca del proceso es competencia del centro y no de las familias. Pero sin embargo, muchas veces recae sobre ellas este trabajo.


Desde los profesionales que abordan el tema de las jornadas escolares hay una tendencia clara a atribuir a los docentes el interés de iniciar las votaciones, ejerciendo una presión moral sobre las familias, para conseguir una mejora laboral que se traduce en comprimir las horas lectivas en el tramo de la mañana y desarrollar horas complementarias a partir de las 14h, en el caso de la jornada continua. 


Durante décadas se ha demonizado al colectivo del profesorado poniéndolo al frente de la confrontación por los tipos de jornada y alimentando este debate con información que, además de no ser veraz, en muchos casos, enfrenta a la comunidad educativa de los centros escolares.


De manera que una parte de las familias querrían que los profesores de sus hijos e hijas hablaran de lo que su experiencia les dice que es mejor para el alumnado y otra parte se muestra reacio a recibir esta información de los docentes, porque la valoran como sesgada hacia el bien propio de su colectivo profesional.


Pero, ¿qué dicen los profesores al respecto? En ocasiones, poco o nada. Están cansados de estar en el punto de mira de este debate y que, en muchas ocasiones, sus propios compañeros carguen las tintas sobre ellos. Cansados de que no se tenga en cuenta su experiencia docente para tratar este tema y cansados de rebatir bulos acerca de su jornada laboral. Por otra parte, como familias que también son, sería lógico entender que prima en ellos el facilitar su conciliación familiar.


Así que, cuando en el colegio en el que trabajan se abre de nuevo el proceso de votación hay reacciones distintas dependiendo del centro escolar y las experiencias previas. Algunos docentes se implican expresando, en las tutorías trimestrales e individuales, su experiencia con los tipos de jornada y cómo afecta al alumnado. Y algunas familias lo critican y lo ven mal. Otros profesores se mantienen al margen del debate, a la espera de que pase la jornada de votación, para que sean las familias, sin presiones, las que decidan. Pero ciertas familias también valoran como negativa esta actitud. Y luego hay algunos docentes que se implican al máximo, reparten sobres y papeletas entre el alumnado y anima a la participación de voto. Inevitablemente, ésto tampoco es del agrado de muchas otras familias.


Entonces, cómo familias, ¿qué esperamos del profesorado? ¿Dónde está el punto medio que contente a todas las familias de un centro escolar? 


¿Te apetece contarnos tu opinión o experiencia?



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