A nuestro correo electrónico votacionescolarjusta@gmail.com nos llegan testimonios de familias con sus casos personales y la esperanza de que las cosas cambien en un futuro próximo.
Uno de ellos es este:
Me llamo Julia, soy madre soltera por elección y desde que mis hijos entraron en el colegio me he dado cuenta que en todos los procesos de votación del centro, mi voto vale menos.
La votación sobre la elección del cambio de jornada no es distinta. Mientras que las familias
convencionales tienen 2 votos por unidad familiar, el de la madre y el del padre, mi unidad familiar sólo tiene un voto.
Me he visto reflejada en el Manifiesto de la Plataforma por una Votación Escolar Justa dónde, un punto del mismo, habla de las familias monoparentales.
¡Las grandes olvidadas para la sociedad! A pesar de ser cada vez más numerosas.
La Orden 502/2013, que regula la votación para la elección de la jornada escolar no tiene en cuenta a las familias monoparentales en cuanto a participación de voto.
Cuando salió a la luz el antecedente de la normativa de 2013, en el año 2005, el porcentaje de hogares compuesto por un adulto con hijos era menor a un 7,9% esa cifra asciende a más de un 10,4% en el año 2021.
De este último porcentaje, habría que especificar otros dos datos que nos parecen muy importantes:
En el 83% de los hogares monoparentales, es una mujer la que convive con los hij@s.
El 53,3% de las familias monoparentales se encuentra en riesgo de exclusión o pobreza.
Así a simple vista pudiera parecer que estos datos tienen poco que ver con la votación para la elección de la jornada escolar. Nada más lejos de la realidad.
El número de familias monoparentales aumenta cada año, lo que refleja un cambio en nuestra sociedad que no podemos seguir negando. Estas familias quieren equipararse en derechos a otros tipos de familias y demandan que su participación en las votaciones escolares sea equitativa.
¿Pero por qué es tan importante para ellas? Porque la jornada escolar y la conciliación familiar y laboral es esencial, pero más para este tipo de familias, con un porcentaje muy alto de mujeres solas a cargo de sus hijos.
El acceso a un trabajo para estas madres es difícil, los horarios de las jornadas escolares, muchas veces, determinan su posibilidad de entrar en el mercado laboral. Si la conciliación familiar es complicada con dos progenitores, con uno la cosa se complica exponencialmente.
De que estas mujeres (y en menor porcentaje, hombres en familias monoparentales) encuentren un trabajo, depende que el 53,3%, que comentábamos antes, se vea reducido drásticamente.
Desde la Plataforma Votación Escolar Justa luchamos para que la participación de voto de las familias monoparentales valga igual que el de los otros tipos de familia. Para que estos madres y padres que crían solos a sus hijos puedan elegir libremente la jornada escolar que se ajuste mejor a sus necesidades laborales, económicas y emocionales.
Luchamos para que esos padres y madres puedan acceder al mercado laboral y compatibilizar sus horarios con los de sus hijos, sean los que sean. Porque los horarios laborales son cambiantes y en estas familias adaptarlos a las jornadas escolares es primordial, tanto o más como en cualquier otra familia.
En definitiva, indirectamente, luchamos porque ese 53,3% en riesgo de exclusión social o pobreza baje, por lo menos, al 27,9% de cualquier otra familia.
Encuesta Continua de Hogares (ECH). - INE
Resultados web
Cifras INE (Familia) 2009 (5)
Es más lo que nos une.
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