Durante este primer trimestre del curso hemos oído hablar mucho de las jornadas escolares y su repercusión en los centros educativos y en vuestras unidades familiares.
En la Asociación Plataforma Votación Escolar Justa, creemos que actualmente la conciliación es una carrera de obstáculos para muchas familias que, en la mayoría de los casos, necesitan ayuda puntual o permanente, de terceras personas, para el cuidado de sus hijos.
Muchas son las opiniones sobre conciliación que escuchamos en nuestro día a día, muchas veces en boca de políticos o economistas. Nos sorprenden con afirmaciones, a veces, muy alejadas de la realidad que viven miles de familias españolas.
También hemos leído a expertos en el tema, como Daniel Gabaldón que, en una guía de 2017 sobre tiempos escolares, muestra la conveniencia de repartir los períodos de descanso del curso más equilibradamente. De manera que se reduzcan de 10 a 8 o 9 las semanas estivales de descanso y haya un mayor número de períodos no lectivos durante el curso. De esta manera, España se acercará a la tendencia internacional europea de aligerar la carga lectiva.
De nuevo chocamos contra el muro de la conciliación familiar y laboral. Actualmente, en España, el 75% de los días laborables de los progenitores coinciden con los días lectivos de los hijos/as de la unidad familiar, lo que deja un 25% de días en los que las familias deben buscar alternativas de cuidado para los menores. Que sea durante el periodo estival o intercalados durante el curso no cambia el hecho de que las familias muchas veces no pueden asumir fácilmente la búsqueda de actividades estimulantes para sus hijos, sobre todo en familias con rentas bajas.
Por otra parte, toda comparativa establecida con otros países europeos puede llevar a error, en ningún caso supone una evidencia de lo que funcionaría mejor en nuestro país. Partiendo de la base de que los sistemas educativos son distintos, los temarios y tiempos escolares también, la climatología e incluso la edad obligatoria de escolarización. Y que además estamos por debajo de otros países europeos a nivel económico y de accesibilidad a las prestaciones sociales y familiares. Las diferencias entre unos países y otros son, muchas veces, insalvables.
Cuando se habla de conciliación siempre se contempla modificar el sistema educativo para adaptarlo al sistema laboral paterno/maternal. ¿Para cuándo una conciliación basada en un cambio del sistema laboral? ¿Cuándo se van a equiparar los horarios laborales a los europeos? ¿De manera que nos acerquemos a una conciliación familiar de mayor tiempo en familia y no de mayor permanencia en los centros escolares?
Nos gustaría unirnos a una denuncia que hace este autor en su guía y que venimos expresando desde hace muchos meses en nuestra asociación. Es sobre la opacidad de las administraciones educativas, que no realizan ni facilitan que se realicen estudios rigurosos sobre los efectos que las modificaciones horarias, en el ámbito escolar, han tenido en la calidad de vida y el rendimiento del alumnado.
Desde la Asociación Plataforma Votación Escolar Justa creemos necesario hacer un estudio actual que tenga en cuenta lo que ha sucedido en los centros desde el inicio de la pandemia, ya que en muchos de ellos se estableció la jornada continua como medida excepcional debido a la emergencia sanitaria. Sería deseable que desde la administración, se tuviera en cuenta la experiencia de miles de docentes durante estos cursos y que se les escuchara, para valorar, en un estudio actual, el efecto de este cambio en el alumnado y que en las votaciones para la elección de la jornada escolar, las familias cuenten con la mayor información posible para elegir.
La única manera de conseguir una Educación Pública de calidad es dando relevancia a lo importante. Teniendo en cuenta la experiencia de los profesionales que se dedican a enseñar a nuestros hijos e hijas, los docentes. Estableciendo un sistema educativo que tenga en cuenta los tiempos escolares del alumnado, sus diferentes edades, unidades familiares y las necesidades especiales. Facilitando una conciliación laboral y familiar real, en la que prime el bienestar de los menores y la igualdad de oportunidades entre ellos, sin castigar a las rentas bajas.
Desde la Asociación Plataforma Votación Escolar Justa vemos en todos estas mejoras a conseguir, objetivos que nos unen con las familias y los docentes en nuestro proyecto común de dar visibilidad a la verdadera problemática existente en la educación española.
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